GUÍA PARA UNA BUENA DIGESTIÓN
La alimentación es uno de los factores que más influye en la salud. Para que nuestro cuerpo aproveche al máximo los nutrientes y las propiedades de los alimentos es importante tener unos buenos hábitos a la hora de comer. De ello dependerá en gran medida que tengamos buena o mala digestión de los alimentos, y muchas veces no le dedicamos toda la atención que merece.
Unos hábitos adecuados en la mesa evitan muchos problemas: comer en una atmósfera tranquila, sin prisas y hacerlo siempre a las mismas horas son dos sencillas recomendaciones básicas para lograr una buena digestión. La indigestión no es más que la imposibilidad del aparato digestivo para procesar los alimentos ingeridos, y suele deberse a un exceso en las comidas, el estrés o una mala masticación.
En la comida no sólo interviene el sentido del gusto, aunque éste sea decisivo. Al sentarnos a la mesa, el olfato y la vista serán también muy importantes para decidirnos por uno u otro plato. Así que cuida la presentación para que los alimentos resulten apetecibles y que la comida se convierta en algo placentero, lo que casi es sinónimo de una buena digestión.
Más recomendaciones :
· Siéntate para comer, no vayas picando del plato mientras estás de pie haciendo otra cosa.
· No trabajes, leas o mires la televisión mientras comes.
· No hables continuamente. Mantén conversaciones calmadas y placenteras, o permanece en silencio. Discutir o mencionar temas desagradables deja muy mal gusto.
· Mastica bien los alimentos, de eso depende que el resto del proceso digestivo se realice correctamente.
· Saborea los alimentos.
· Disfruta tanto de la comida como de la compañía. Evita comer solo, siempre que puedas. Recuerda que la comida puede ser también un acto social muy placentero.
· Evita cinturones, fajas o cualquier otro elemento que oprima la zona del abdomen.
· Vigila la postura: mantener la espalda recta facilita la digestión.
· No te levantes de la mesa con hambre pero tampoco con el estómago demasiado lleno.
· Evita los platos demasiado calientes o muy fríos, y también los platos recalentados y las conservas.
· Después de la comida, siéntate cómodamente unos 10 o 15 minutos. No es conveniente realizar esfuerzos físicos. Puedes dar una cabezadita de 20 minutos como máximo.
· Elige productos frescos y de temporada.
· La cena debe ser ligera, para digerirla antes de acostarse.
· Si tienes tendencia a sufrir flatulencia, toma una infusión de anís o canela después de comer.
· Disminuye la cantidad de sal en los platos y sustitúyela por hierbas como tomillo o albahaca, que favorecen la digestión.
· Haz de cinco a seis comidas a lo largo del día; resulta más beneficioso que hacer sólo tres y ayuda a una mejor digestión y absorción de los nutrientes.